martes, 24 de noviembre de 2009

SYDNEY (NOVIEMBRE 2009)

Al final Silvia tenía razón, y no habíamos terminado nuestro blog 2009. Así que ahí van unas fotillos de la 24 h por tierra australianas.











































sábado, 21 de noviembre de 2009

Pero hoy no había alerta por viento y frío

Primera noche que no pasamos nada de frío en la autocaravana. Y eso que nos hemos dejado el respiradero abierto. No nos cuadra mucho. Ayer leímos que nuestra región estaba con alerta por fríos y vientos.
La primera sorpresa en el camping, con máquina de papas fritas y todo mientras te vas duchando...



Hoy, vamos de relax, sin despertador, desayuno tranquilito, y bus hacia la City (¿la parada está hacia la derecha o hacia la izquierda?). Llegamos. Se nota que es sábado, hay montón de vida, en la plaza de la Catedral, con pequeño mercadillo. Después de la ruina de Kaikoura, nos sorprende que la mayoría de cosas aquí son gratis (museos, jardines, etc).En el I-site nos recomiendan ir a otro mercadillo de comida y artesanía cerca de museo de arte.

Aunque en el mismo I-site nos informan que podemos contratar un combo de ir en el tranvia (estilo antiguo) y en góndolas, preferimos más patear la calle e impregnarnos de parte de las colonias inglesas.

Disfrutamos de lo lindo, con la artesanía y con la comida de distintos países que hay. Probamos la griega y la Coreana, porque nos parece que la paella o chocolate con churros del “Viva Madrid” lo podemos hacer más a menudo.

Embutidos, vuelta, bajo un calor sofocante, por los jardines, catedral (boda con la novia vestida de rojo incluida) y varias tiendas de souvenirs.

Sabéis que coche era al que llevaba al novio? Coooorrecto. Este Fiat 500 descapotable y ROSA y encima con una llave para arrancarlo a mano. Bueno ya sabes Iván cuando estés acabando el tuyo acuerdate de ponerle una llave de estas por si no funcionan las pilas, jejeje.

Como a las 17;30 lo cierran prácticamente todo, decidimos volver hacia al camping, probar la barbacoa con unas salchichas que nos sobran, y preparar maletas que mañana ya nos toca devolver a nuestro “compañero de viaje”.
Hasta la próxima conexión.

Aquí madrugamos todos!

Kia Ora a todos.

Menudo sueño cuando ha sonado el despertador. Pero hemos conseguido el reto. Hemos visto montones de Dusky Dolphins al amanecer, e incluso Jordi ha podido nadar entre ellos.

Aunque como el agua estaba llena de placton, cuando metía la cabeza no los veía si no estaban muy cerca. Aunque Cris confirma que desde la proa, se veían como le rodeaban varios a la vez. (¿tal vez los grititos/cánticos que los humanos hacían realmente servían para llamarlos?) Pillar una congelación a primera hora de la mañana, se vio recompensada.

Después de un desayuno, no tan contundente como hubiéramos querido, fuimos a ver a una colonia de focas que reside a pocos kilómetros de ahí. Por suerte, estaban muy dormiditas, ya que paseábamos entre ellas, siempre respetando el cartel de no acercarnos a menos de 10 metros ya que <>. Hay que jorobarse, si las focas dormían sobre unas rocas del mismo color que ellas, Menudos sustos nos pegamos.

Regresamos hacia Christchurch, esta vez vía Hanmer Spring, ciudad termal por excelencia de la isla Sur. Unas piscinas de agua caliente y otras de agua fría. Sólo queremos deciros que las personas que aparecen en el panfleto informativo, no son de la misma edad de las que actualmente se bañan en sus termas. La mayoría era gente muy mayor. Eso sí, disfrutamos como enanos en los 2 toboganes de agua (no nos recordéis el Black Hole, un tobogán todo a oscuras con carteles luminosos que tenía varias curvas seguidas de cambio de dirección que nos ha provocado incluso un par de morados-el que estaba abajo sólo oía clonc clonc ay, uy, ay).



Llegamos a Christchurch y empezamos a acabar los restos de comida que esto ya se termina). Es decir, jartada de revuelto de papas, huevo, pimiento rojo y de postre kilo de mejillones verdes al vapor (que todo es cáscara).
Buenas noches!





jueves, 19 de noviembre de 2009

¿Tú hablas balleno? Yo no, pero me mareo.

Salimos pronto hacia Kaikoura, “ciudad” de culto de avistamiento de ballenas y a los delfines. Así que, nuestra intención es hacer una excursión para ver las Sperm Whales (venga chiste fácil y en francés se llama Cachalote), que gracias a las corrientes de la zona suelen merodear por allí. El dicho dice que a la tercera va la vencida. En Chile no vimos ninguna por el tiempo, en Canadá no habían tours disponibles. Esta vez, anticipándonos y en función de que el pronóstico del tiempo es Sunny, el día anterior reservamos el tour de la 13:30 (ya no habían plazas para el de las 16:00).

Pero no tuvimos en cuenta un factor: el viento y el oleaje que provoca.

Pedazo mala mar que pillamos. Para que os imaginéis, cancelaron todos los tours hasta las 12:30. Y al principio nos reíamos que veíamos las olas por las ventanas, y la guía venga a pasarnos audiovisuales de la vida y milagros de las ballenas. Y el barquito venga pa’ arriba. Y el barquito venga pa’ abajo. Pero lo conseguimos. Pudimos hacer dos avistamientos de ballenas (Jordi insiste que es la misma que la tienen adiestrada) y uno de albatros. Entre los dos primeros fue el momento más álgido del mareo de los ocupantes del barco ( Cris aún lo mal recuerda- pero no hubieron vómitos, eh?). Las papeleras enfrente de los lavabos se iban llenando de bolsitas marrones….(insistimos que nosotros no devolvimos). Por fin tierra firme, sacamos muchas fotos y videos (también pa’rriba y pa’bajo).



Para asentar nuestro estómago, nos fuimos caminando un kilómetro hasta otro local donde contrataban excursiones para ver con delfines. ¿A qué no sabéis cuál es la mejor hora? A las 5:30 am (of course). Sarna con gusto no pica. Después de que no hay plazas ahora sí, ahora otra vez no. Quedamos con la chica que nos levantaremos pronto y ya veremos que pasa. Total, un madrugón más.
Volvemos tranquilamente hacia al camping, por la calle principal, viendo las tienditas. Cuando llegamos, nos confirman que nos han dejado un mensaje de confirmación, mañana tenemos plaza para ver los delfines.
Tarde de relax (los estómagos aún están medio raros), cenita de relax (salmón fresco y vinito blanco de la zona). Y a dormir prontito que mañana el despertador suena a las 4:00 AM.

Viva el Monte Cook!!!!!!.

Bueno, bueno, bueno, hoy ha sido un día espectacular.


Hemos ido a ver el monte más alto de New Zealand: el Monte Cook ( 3.756 m), que está rodeado por una decena más de montes que superan los tres mil (en esa zona existen 22 de las 27 montañas más altas de NZ. Las nubes matutinas han ido desapareciendo para permitir disfrutar de un día sin una nube ni una gota de viento.


Y sí. Por fin hoy lo hemos conseguido: hemos ido pero no en avioneta y sí en helicóptero. Después de una caminata de 45 minutos para ver el Tasman Glacier (que decepción, era de color negro por los sedimentos que tiene), hemos ido al aeropuerto y el vuelo ha podido despegar.


Que deciros de la experiencia. Es inexplicable, sobrevolar por encima de tres glaciares, ver la West Coast desde el aire al Horizonte, y aterrizar a los pies del monte Cook, donde la nieve, bajo nuestros pies, puede acumular años de existencia, escuchando como las avalanchas caían al otro lado de la montaña. Reconocemos que nos acordamos de “Viven” en algún momento y que en algún giro nos subió un rugui-rugui. Pero aún así, la repetiríamos mañana mismo si pudiéramos.



Con una sonrisa en la boca, hicimos otra caminata por el Hooker Valley de unas 2 horas 30 aprox. para poder fotografiar la montaña en su totalidad. Y aunque era por la tarde, las nubes seguían dando tregua.



Agotados decidimos tirar Kilómetros arriba y dormir en el Top Ten de Christchurch, para estar más cerca de Kaikoura, nuestro próximo objetivo el mar, Ballenas y Delfines, no sin antes hacer una parada en el camino para reponer fuerzas, sí eran pizzas con mermelada de melocotón y frambuesa, y no como las de Joan, jejeje .




martes, 17 de noviembre de 2009

DUNEDIN-MOERAKAI BULDERS

Sabemos que no estamos haciendo conexiones tan frecuentes, pero es que las pilas están empezando a descargarse!!!
Por la mañana, fuimos, por recomendación expresa de Carmen a, Saint Claire y St Kilda Beach muy cerquita de Dunedin. Si que son buenas para los surfers, con el viento, frío y principio de lluvia que hacía… Lo que más nos impactó fue la campana para avisar a los bañistas de la presencia de tiburones.


Pasamos por la calle habitada más inclinada del mundo (según el libro Guiness de los Récords) con una inclinación máxima de un 35% y la recorrimos a pie, algún loco la hizo corriendo y no llegó a la mitad (por cierto hacen una carrera benéfica que acaba cuando suben y bajan esa calle).

Luego, volvimos a la península de Otago. Bajamos a la Sandfly Bay (pedazo bajadita y ni os cuento la subida), para ver de más de cerca los leones marinos (preguntarle a Jordi como de cerca estaban y a qué velocidad suben las dunas de arena). Las vistas desde la carretera interior de la Península son de cine.



Después de más carretera, llegamos a Moeraki, para visitar las “Moeraki Bulders”, que son como unas canicas gigantes a la orilla del Pacífico. Para variar tuvimos que controlar las mareas (la de I-site nos da que se coló, porque en vez de bajar iba subiendo). Por cierto, invasión de españoles!! Intentamos ir al Fleur’s Place. Platos de marisco por 35$ unos 18 euros (incluso Gwitney Paltrow ha ido a comer, según nos indicaron) pero ese día, justamente, estaba cerrado. Pues nada, arrocito blanco con ensalada en la autocaravana con vistas a una Bahía preciosa en busca de los delfines Héctor.


Más carretera hasta llegar al camping más cercano al Mt Cook (aunque por el camino paramos por casualidad en Oamaru que tiene unos edificios neoclásicos sorprendentes). A ver si el tiempo nos acompaña.
Bona nit a tothom!!!