Irasshaimase a nuestra conexión de hoy. Esto es lo que oímos cada vez que entramos a cualquier sitio: Bienvenidos. Día de templos. Preparaos los tenis/ bambas y aprenderos los nombres que la ruta está a punto de empezar. En primer lugar, Ginkaku-Ji Temple (Traducción al castellano: Templo plateado). Inicialmente, una casa para retirarse de la guerra civil. Vamos, que nosotros también nos retiramos a hacer cualquier cosa ahí. Bajo una fina lluvia, admiramos su cuidado jardín que es como los que venden en Natura para relajarse pero a tamaño XXL.
Seguimos por el Camino de la Filosofía que discurre entre un río y cerezos hasta llegar a Nyakuo-Ji Shrine y luego al Eikando Temple (traducción Jordi Y Cris: Templo de Ekain 2 (versión canarión) "el niño de Jon y Dácila", donde paseamos mucho rato descalzos. Los “toldos” colores les dan un colorido especial. Subimos a una pagoda arriba de la montaña para ver la ciudad (Pedro aquí los cojos no pueden venir, menudos escalones…)
Nancen Ji Temple (Trad.JyC: El Templo de la Nancy), donde encontramos muchas señoras con sus kimonos de visita, ya que actualmente es la sede de la escuela zen.
Heian Jingu Shrine (trad J y C: el templo de Canarias) De color naranja intenso, no pasa desapercibido. Tiene una de las puertas Torii más grandes que hemos visto. En él visitamos, el jardín anexo (trad. JyC: jardín de las zamburguesas) Cruzamos por unas piedras rollo humor amarillo, para llegar al palacete anexo. Vemos 2 bodas pero no son tan bonitas como la anterior.
También, vemos a muchos niños vestido con su kimono ya que se acercan sus fiestas típicas y los llevan a los templos para que tengan suerte.
Chion-In Temple (trad Jy C: Templo de la Choni). En este templo budista, vivimos una de las experiencias más místicas del viaje, los monjes están rezando. Así que, mientras recuperamos fuerzas les escuchamos orar con sus campanas. Por cierto, la puerta de acceso de dos pisos es la más grande de Japón (de templos budistas, que luego no se nos enfaden) Finalmente, extasiados por el bus y por la subidita de 800 metros llegamos a Kiyomizu-Dera (trad J y C: El templo del Kiyo) Versión budista, para los que hayáis ido a cole de monjas/curas es la parábola de Jesús echando a los mercaderes del templo: montón de tiendas, montón de gente, montón de ruido y unas espectaculares vistas de Kyoto atardeciendo.